No podemos mirar hacia otro ladoEste año se ha adelantado la primavera y, si realmente, la sangre altera, teniendo en cuenta que en el Central hay litros y litros de sangre, cabe esperar que el ambiente esté muy muy caldeado.
Tras la declaración de Maca a Esther y pese al enfado de ésta, la enfermera ha tardado muy poquito en romper con Bea, a quien ha pillado de improviso la decisión de su pareja, puesto que se encontraban muy a gusto juntas. Se pone tan nerviosa que le da un ataque de ansiedad, por lo que se ve obligada a acudir a Urgencias. Teresa es quien avisa a Esther de que Bea no se encuentra bien, pero también sale Maca en su auxilio; Bea, sospechando que es ella la culpable de la ruptura, se niega a que le atienda, pero la doctora hace caso omiso de su petición y es ella quien la trata.
Cuando logran que se calme, Bea suplica a Esther que recapacite, pero la enfermera tiene muy claro que no pueden estar juntas, puesto que sus sentimientos no son lo suficientemente fuertes y únicamente conseguiría hacer daño a quien, hasta ahora, había sido su pareja. Maca descubre la causa que ha provocado la crisis de ansiedad de Bea y, con la duda acerca de si su declaración tiene algo que ver, no tarda en anunciar a Esther que va a luchar por ella, que va a intentar reconquistarla. ¿Lo conseguirá?
Por otro lado, Héctor, ya recuperado de su operación de trasplante de corazón, se ha dado cuenta de los cariñosos cuidados de Ali, a quien empieza a mirar con otros ojos. Al final de la jornada, el argentino se lanza a darle un beso, gesto que sorprende enormemente a Alicia, pero que también le agrada.
Al mismo tiempo, la llama de la pasión comienza a encenderse también entre Rai y Jose, quien, tras acudir con él a una actuación de monólogos, hace ya evidente su insinuación y besa a Rai. ¿Conseguirá Rai volver a enamorarse tras la muerte de Lola y el rechazo de Vero?
Más allá del ajetreo de Cupido, en el Central también hay enfrentamientos, como el de Jacobo y Fernando. Justo cuando ambos iban a entrar en quirófano, Javier pide a Jacobo que vaya a su despacho unos minutos; Fernando se ve obligado a empezar la operación sin él porque corría peligro la vida de la paciente. Cuando el nuevo médico llega, se enfada porque no le han esperado y por la praxis de su compañero en la mesa de quirófano, puesto que ha interrumpido la vida del feto y ha quitado el útero a la mujer que estaba operando, el lugar de únicamente suturar, como él hubiera hecho. Los malos modos de Jacobo también se hicieron notar delante del marido y la hija de la paciente, ante quienes puso en duda la correcta actuación de Fernando.
Por otro lado, Claudia también se enfada con Carlos por la excesiva atención que éste le presta por estar embarazada. Decidieron tener un niño juntos -por lo que acudieron a una clínica de inseminación- pese a no ser pareja y ahora a Claudia le pone muy nerviosa que el psicólogo esté tan pendiente de ella en todo momento. ¿Les supondrá esto problemas en lo pactado de cara a los bebés?